En cuarto año de kinesiología me cambié de carrera para seguir mi vocación, eso que disfruto hacer y me apasiona; la nutrición y su capacidad para transformar la salud de las personas, pero también, la influencia que tienen nuestros patrones de pensamientos y emociones sobre nuestra vida en general. Creo firmemente que ambas cosas van de la mano, que el cambio radica en la transformación de nuestros hábitos alimentarios y patrones mentales, y no simplemente en una dieta de moda o restricciones alimentarias que sólo conllevan a desequilibrios en nuestro cuerpo y nuestra mente.

Soy vegetariana hace 7 años y vegana hace 3 años, por los animales, por el planeta y por mi salud.